Una gran follada de misionero que la putita nunca olvidara
Ella pensó que la vida era dinámica y que las cosas que se hacían antes, estaban sobrevaloradas por una generación que ya no controla el mundo. Bajarse las bragas y ponerse a cuatro patas para luego irse sin ver con quien había copulado, pensó que era la mejor forma, pero ahora va a entender que las viejas costumbres existen por algo. Porque le han dado una gran follada de misionero que la putita nunca olvidara. Sentir que esa polla la penetra hasta el fondo de su coño y que al mismo tiempo, tiene alguien a quien apretar mientras la están follando, es una experiencia que no olvidara.