cierra el bar para practicar sexo
La dueña de este bar no se puede resistir a la oferta que le hace un cliente cachondo: cerrar el bar y follársela allí mismo. La dueña no se corta un pelo y demuestra ser tan cerda con una polla entre las manos como lo es detrás de la barra dándoselo todo entre las sillas del local. El cliente no podrá salir diciendo que no está satisfecho con el servicio recibido por parte de esta «profesional de la barra».