Chúpala bien gordita que te estoy pagando
Sentado en la mejor posición que mantiene un hombre, le dice: —Chúpala bien gordita, que te estoy pagando—. Una demanda que es obvia, ya que siempre que le pagas a una puta, quieres que haga su trabajo bien hecho. Porque no todos los días puedes correrte a voluntad y con una mujer que es una profesional de las prostitutas. Entonces lo menos que esperas es que ella haga valer tu dinero. No solamente dejando que tu penetre su coño, porque ahí eres tu quien está haciendo el trabajo, sino que también quieres recibir una buena mamada de guarra que se llevara tu dinero.