anciano se pone palote oliendo bragas y pis
El jardinero lleva tantos años viendo a las guapas veinteañeras de padres millonarios jugar al tenis en el club, que oler sus braguitas sudadas se ha convertido en su mayor perversión. En sus tareas no estaba la de lavar la ropa de las chicas, pero él se ofrecía voluntariamente para inflarse a oler coños gratis y sin tener que dar explicaciones a nadie. Más de alguna alumna lo ha pillado esnifando tangas y siempre hay alguna que otra zorrita igual de sucia que se apiadará de él.